4 Pasos para Cuidar tus Acolchados en Invierno
El invierno ya está entre nosotros y nada mejor que refugiarse bajo un acolchado bien calentito. Pero, ¿sabés cómo cuidarlo para que te dure y siga siendo igual de confortable? Acá te dejamos cuatro pasos esenciales para que tus acolchados estén siempre en perfecto estado durante todo el invierno.
Paso 1: Lavar Correctamente tus Acolchados
Lo primero es saber lavar bien tus acolchados. Aunque no hace falta hacerlo tan seguido como las sábanas, es recomendable darles una lavada al menos una o dos veces por temporada.
Instrucciones para el Lavado:
- Leer la Etiqueta: Antes de meter el acolchado al lavarropas, fijate la etiqueta del fabricante para seguir las recomendaciones. Algunos acolchados requieren lavado en seco, mientras que otros pueden lavarse a máquina.
- Lavado a Máquina: Si tu acolchado puede lavarse en lavarropas, usá un detergente suave y elegí un ciclo de lavado delicado con agua fría o tibia. Asegurate de que el lavarropas tenga suficiente espacio para que el acolchado se mueva bien.
- Lavado a Mano: Para acolchados que requieren más cuidado, podés optar por lavarlos a mano en la bañadera con agua fría y detergente suave. Enjuagá bien para sacar todo el detergente.
- Secado: Lo mejor es secar el acolchado al aire libre en una superficie plana, dándole la vuelta cada tanto para un secado parejo. Si preferís usar secadora, seleccioná un ciclo de baja temperatura y agregá unas pelotitas de secado para mantenerlo esponjoso.
Paso 2: Almacenamiento Adecuado
Cuando no uses tus acolchados, es fundamental guardarlos bien para evitar daños y prolongar su vida útil.
Consejos para el Almacenamiento:
- Limpieza Antes de Guardar: Asegurate de que el acolchado esté completamente limpio y seco antes de guardarlo. La humedad puede causar moho y malos olores.
- Espacio Fresco y Seco: Guardá tus acolchados en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa y de fuentes de calor.
- Bolsas Transpirables: Usá bolsas de almacenamiento transpirables o fundas de algodón. Evitá las bolsas de plástico, ya que pueden atrapar la humedad.
- Evitar el Peso: No pongas cosas pesadas sobre los acolchados almacenados para que no se aplasten y pierdan su forma.
Paso 3: Airear y Sacudir Regularmente
Para mantener tus acolchados frescos y esponjosos durante el invierno, es importante airearlos y sacudirlos seguido.
Cómo Airear y Sacudir:
- Aireación: Una vez a la semana, poné el acolchado en un lugar bien ventilado, preferentemente al aire libre, por unas horas. Esto ayuda a eliminar la humedad y los olores acumulados.
- Sacudir: Sacudí el acolchado para redistribuir el relleno y mantenerlo esponjoso. Esto también ayuda a evitar que se formen grumos y a mantener el acolchado suave y cómodo.
Paso 4: Proteger el Acolchado
Proteger tu acolchado de posibles daños es esencial para conservar su calidad y durabilidad.
Formas de Protección:
- Fundas Protectoras: Usá fundas protectoras para acolchados. Estas fundas son fáciles de lavar y ayudan a mantener el acolchado limpio y en buen estado.
- Rotación: Si usás el acolchado todos los días, considerá rotarlo cada pocas semanas para asegurar un desgaste uniforme y prolongar su vida útil.
- Mantenimiento de la Cama: Mantené tu cama limpia y libre de polvo. Aspirá el colchón y lavá las sábanas y almohadas regularmente para reducir la acumulación de polvo y alérgenos que pueden pasar al acolchado.
Conclusión
Cuidar tus acolchados en invierno no tiene por qué ser complicado. Siguiendo estos cuatro simples pasos, podés asegurarte de que tus acolchados se mantengan en perfectas condiciones, brindándote calidez y confort durante toda la temporada. Recordá, un buen cuidado no solo extiende la vida útil de tus acolchados, sino que también mejora la calidad de tu descanso. ¡Disfrutá de un invierno acogedor y confortable!